Los cuatro aspectos del ser para una vida en equilibrio, sanidad y armonia.
El Crecimiento Personal es lograr trabajar todos los aspectos del ser de una forma integral, donde no hay uno que sea más importante que el otro. Nuestros cuatro cuerpos.
Cuerpo: Nuestro físico es el vehículo desde donde vivimos. Si no mantenemos el equilibrio en nuestro cuerpo o conocemos cómo moverlo adecuadamente es probable que haya situaciones en las que nos cueste desenvolvernos porque el “cuerpo no nos da”.
Mente: La máquina que cree saberlo todo y que nos cuesta hacer callar. Cuando aprendemos a hacer que la mente trabaje para nosotros y no al revés, es que se abre todo un mundo de creatividad.
Emociones: Son el termómetro de lo que vivimos, las encargadas de hacernos saber si nos gusta o no el dónde estamos o qué hacemos. El impulso que nos lleva a actuar, reconocerlas y transformar ese fuego en un láser preciso puede ser una gran ventaja.
Espíritu: Nuestro verdadero ser, la conexión con lo que realmente somos antes de nacer, y la esencia de la vida. Lograr reconocernos como seres espirituales que debemos actuar en lo físico es lo que nos hace humanos.
Estas son las cuatro patas de la mesa. Cuando nos enfocamos en una sin tomar en cuentas las otras, usualmente perdemos el equilibrio y nos cuesta poder actuar con completa convicción, ya que funcionan en sintonía unas con otras.
El Crecimiento Personal, el aprendizaje y la sanidad es lograr trabajar todas de una forma integral, donde no hay una que sea más importante que la otra, y donde desde ellas podemos actuar de manera más equilibrada en la vida. A ello debemos apuntar.
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