La Hermandad Femenina, la Puerta de Retorno a Eden.
"En la mirada de una mujer se descifra el misterio del caos del mundo. Si no brilla con la intensidad de la dicha es que nos refleja el dolor acumulado, no sólo propio, sino el de todo su linaje femenino.
No es fácil encontrar esa mirada en las mujeres...... nada sencillo...... y cuando las mujeres están en la dicha, el mundo está en dicha, los bebés nacen en la dicha y se miran en miradas de pura Luz que les reflejan su identidad divina.......niños y niñas con esta Identidad dada por esa mirada son figuras de un sueño aun..... aunque de un Sueño Feliz, y nos queda tarea ........herman@s!!!!"
Y ya no se trata de pelearnos con los hombres o dejarlos de lado, se trata de recuperar esa relación con las demás mujeres, que como bien dice el texto, (inconscientemente) consideramos de "segunda clase". Esto nos impide forjar una autoestima fuerte asentada en nuestro propio poder femenino, porque cuando no confiamos en "la otra", en realidad significa que no terminamos de confiar en la Divinidad Femenina. Con esto no quiero decir que nos hagamos amigas íntimas de cualquiera que nos encontremos por la calle... Pero sí hay un punto de desprecio entre buena parte de las mujeres, que es al que quiero llegar...
"Nos enseñan desde chicas esa absurda competencia con la otra: siempre cachando quién es más bonita, quién atrae a más hombres, domesticadas en la desconfianza en la otra. Y en cada uno de estos gestos nos convertimos en los animales del zoológico de la mirada masculina, y nosotras ingenuas compitiendo por quién le hace más gracia a esos esclavizantes ojos. Tenemos que dejar de ser mujeres para los demás: los hijos, los padres, el novio, la publicidad. Seamos mujeres para nosotras mismas, acojamos nuestras diferencias, demos espacio a nuestra libertad que comienza hoy por que la construyamos juntas. Solidaridad entre mujeres, esa posibilidad que nosotras tenemos para querernos, respetando la variedad de formas de nuestro cuerpo, la pluralidad de nuestras opiniones y nuestras maneras de vivir. Solidaridad entre mujeres, encontrar en las otras una relación que no es de segunda clase, hacerse cómplice con la otra sin eludir el conflicto, confiar, tratarnos con delicadeza… todo eso que entraña el ser compañeras”
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